viernes, 15 de agosto de 2008

 

MARRUECOS SE MERIENDA EL SAHÁRA CONTRA LA LEGALIDAD INTERNACIONAL Y TRAMA HACER LO MISMO CON NUESTRAS LAS ISLAS CANARIAS



Cuando veas las barbas del vecino quemar pon las tuyas a remojar. Creo que los canarios debemos aprender de la historia del Magreb. Me temo que el Estado Español, como ha demostrado históricamente, en una situación crítica para Canarias nos vendería “por un puñado de dólares” a sus cuates en África: Al Comendador de los Creyentes, Mohamed VI.
El diplomático holandés enviado de Naciones Unidas para el Sáhara el pro marroquí Peter Van Walsum, en una entrevista concedida al periódico El País, el 8 de agosto, demostraba que trabaja para Marruecos, Marruecos, Marruecos y si algo sobra, también, para Marruecos; dejaba claro al mundo mundial que era el zorro de Rabat metido a cuidar las gallinas del corral del Sáhara Occidental. De casta la viene al galgo, ya en enero de 2006, no se cortaba un pelo para afirmar: “La independencia del Sáhara Occidental no es un objetivo razonable”, pero previamente como para lavarse la conciencia: “El Polisario tiene la legalidad internacional de su lado; ahora bien, el Consejo de Seguridad no está dispuesto a ejercer sus poderes, en función del Capítulo VII de la Carta de la ONU, y a imponerla”; es decir que la ONU pasará de hacer cumplir este precepto que prevé el uso de la fuerza en caso de quebrantamiento de la paz o acto de agresión. A EE.UU., con el trío de las Azores, de Aznar de nuestros dolores, no le hizo falta el consentimiento del Consejo de Seguridad para merendarse a Irak con cientos de miles de asesinados. Más claro, agua.
Yo me pregunto: ¿por qué Mohamed Abdelaziz, Secretario General del Polisario tardó tanto en pedir su dimisión? ¿Acaso creyó en pajaritos preñados? o ¿No le quedó otro remedio que aguantarlo? Cuando se está jugando la independencia de su pueblo, de los que mal viven unos 160.000 como refugiados en los campamentos de Tinduf, en el suroeste de Argelia y, cuando Marruecos con el beneplácito francés, controla las tres cuartas partes del antiguo Sáhara “Español”. Hay que precisar que los ocupantes del Sáhara Occidental en su mayoría no son originarios de aquel territorio por los enredos de Rabat. Según el periódico El País, “menos del 20 % de los habitantes son saharauis”, el resto vaya usted a saber.
El infiltrado agente de marroquí, Peter Van Walsum, es el vivo ejemplo de un cínico colonialista, a la vieja usanza de cómo los imperios jugando con sus peones en África, hacen y deshacen a su antojo. En su entrevista en El País primero afirma que por Las Resoluciones del La ONU “El Polisario tiene la legalidad internacional de su lado”, para cambiar de tercio al justificar el fracaso de las últimas negociaciones y querer que los saharauis pasen a ser súbditos del sátrapa marroquí. Aquellos encuentros se reiniciaron hace un año entre saharauis y marroquíes en Manhasset, un suburbio de Nueva York, y, como pintaban las cosas: “siniestro total”. Justifica la postura de Rabat con lindezas de este estilo: “El empeño del Polisario en la plena independencia ahonda el bloqueo y perpetúa el status quo” “La independencia no es un objetivo razonable”. El objetivo de mi mandato como enviado por el Secretario de la ONU Ban Ki-Moon: “no consiste en establecer cuál de las partes tiene mejores argumentos, sino en explorar con ellas cuál es la mejor manera de superar el impasse”. Luego da una de cal y otra de arena, primero reconoce: “Marruecos debe asumir la total responsabilidad de que el referéndum sea irrealista e irrealizable” y manifiesta que la imposibilidad se encuentra en que, como manifestó ante el pro marroquí Senado Francés: “Las reticencias de Marruecos pueden estar relacionadas con la sensación que de esta consulta emanaría una mayoría favorable a la independencia” y para terminar de “cagarla” –perdonen pero es la palabra que mejor define su puesta- los saharauis deben bajarse los pantalones y negociar “una autonomía para las provincias marroquíes del sur”
Habría que buscar razones y soluciones: el estado colonialista Español que creó el problema debe ser responsable con su antigua colonia y volcarse en la independencia de El Sáhara Occidental sin paños calientes con una monarquía medieval que no respeta los derechos humanos, las resoluciones de la ONU, ni acata los dictámenes de la Corte Internacional.
Hagamos algo de historia:
1.- Hassan II, padre de Mohamed VI -monarquía con tintes divinos-, en octubre de 1975, lanzó la Marcha Verde contra las fronteras de la colonia española, aprovechando la enfermedad del viejo dictador Franco y la debilidad del régimen fascista que daba la cabeceada.
2.- En febrero de 1976 el Estado Español abandona su antigua colonia; en teoría no entregaba el territorio a Marruecos, prueba de ellos es que el Frente Polisario proclamó la República Árabe Saharaui Democrática y, a un tiempo, inició una guerra contra los intereses expansionista de Rabat.
3.- El Frente Polisario en agosto de 1988 firma con Marruecos el “Plan de Paz con la ONU”, sometiéndose los problemas de soberanía a la voluntad popular a través de un Referéndum democrático. Ingenuos los que creyeron que Marruecos iba a cumplir su compromiso.
4.- En el año 1991 Felipe González/PSOE firma con Marruecos el “Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación” que, al día de hoy, nuestro ministro de Asuntos Exteriores califica de “colchón de intereses”. Yo les pregunto: ¿De quién, mis cuates?
5.- En agosto de 2003 El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba el “Plan Baker”, que plantea unas elecciones con un censo favorable a Marruecos. El referéndum debía celebrarse a los cinco años. Rabat no tenía muy claro, según su infiltrado Peter Van Walsum, que lo ganara y en consecuencia se negó a cumplir la palabra dada.
6.- Los nuevos colonizadores se salen con la suya y logran, con la anuencia de Francia, la dimisión en junio de 2004 de James Baker y el rey de Marruecos, ya Mohamed VI, da un apretón más a la tuerca , rechaza el referéndum y ofrece cínicamente “una solución política definitiva” en plazo de cinco años.
No se dan cuenta de que el tiempo corre en beneficio del ladrón, que por las buenas, nunca devuelve lo robado; sencillamente pretenden, a través de juegos de artificios, mantener el “statu quo”, como dice Peter Van Walsum y arrepollinarse en el territorio usurpado. Como era de esperar las negociaciones entre las partes implicadas fueron “cantos de cisne”; ya en marzo de 2008 fracasaba la cuarta ronda de negociaciones entre el Polisario y Marruecos; en junio de 2008, como no podía ser de otra forma, el Polisario se ve obligado a rechazar al enviado del Consejo de seguridad de la ONU, el ya mencionado pro marroquí Peter Van Walsum que de forma incomprensible llega a decir la perogrullada “El Consejo de Seguridad debe respetar la legalidad internacional, pero también tener en cuenta la realidad política sobre el terreno que está en manos de Marruecos” y concluye, el zorro metido a cuidar gallinas, que “Treinta años de argumentos legales de peso del Polisario no produjeron resultado alguno”; hay que preguntarse el motivo de por qué ni la legalidad internacional, ni los dictámenes del Tribunal Internacional de Justicia, que en 1975 señaló que el conflicto del Sáhara Occidental es una cuestión de descolonización que debe ser resuelta mediante un Referéndum, no se cumplen en sus justos términos.
Peter van Walsum se pregunta: ¿Qué salidas le quedan al Polisario? O tragarse la mandanga y pasar a ser vasallos del monarca marroquí o acudir de nuevo a las armas y el desvergonzado holandés –que no errante- da la respuesta: “Basándose en la historia del conflicto la vuelta a las armas del Polisario no desembocaría en un Sáhara independiente” Hay que tener cara dura. Un pobre desgraciado como yo se pregunta y ¿España, antigua potencia colonial, qué coño hace para restablecer la legalidad internacional? Y mi respuesta es “Nada de nada”, es ilustrativa la salida de Peter van Walsum, cuando habla de que España, aunque lo diga con la boca chica: “Recomienda negociar tomando en consideración la realidad política, el control del territorio por Rabat”
Por desgracia esta es la política que siguen destacados pesoistas en las islas canarias, donde destaca por su pro marroquismo Jerónimo Saavedra que no se esconde para decirlo y otros muchos que, hipócritas, sí se ocultan; pero el Polisario tiene otros muchos enemigos incluso en el terreno Independentista/soberanista canario donde, algunas barrigas agradecidas, han sido atrapadas por el lado oscuro de la fuerza: “Rabat” y, se cuentan, asimismo, entre los enemigos de la Independencia y soberanía del Sáhara Occidental determinados directores de periódicos y ex directores, cuyos nombres todos pueden saber, pues el pájaro se conoce por su cagada que son más marroquíes que el Comendador de los Creyentes que les llena el buche.
Y termino como empecé, queridos cuates canarios: “Cuando veas las barbas del vecino quemar por las tuyas a remojar”





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